Los mensajes que dejamos en las redes sociales pueden contar más de lo
que esperamos sobre lo que pasa en nuestra cabeza.
Las redes sociales se han convertido en una plataforma
que pueden determinar el grado de salud mental tanto de individuos concretos como
de la humanidad en conjunto.
Los investigadores intentan tomar el 'pulso
emocional' de Internet mediante el análisis de la actividad de los usuarios en
las redes.
¿Qué nos dicen las redes? Según un estudio de las actualizaciones de
estado de 555 usuarios de Facebook llevado a cabo por científicos de la
Universidad Brunel, en Londres (Reino Unido), las personas extravertidas suelen
publicar mensajes sobre sus actividades sociales y su vida cuotidiana.
Al mismo
tiempo, quienes comparten fotos con detalles de sus relaciones sentimentales
generalmente son personas con baja autoestima.
Otra investigación ha demostrado
que existe una relación entre la publicación de selfis sacados en el gimnasio y
el narcisismo.
En particular, de acuerdo con los psicólogos, los narcisistas
publican sus logros en Facebook con más frecuencia que otros usuarios en busca
de la admiración de sus amigos y seguidores en la red social.
¿Efecto
terapéutico? Las redes sociales no ayudan a hacer frente a los problemas, sino
que los amplifican, creen los académicos del Centro de Salud Mental y Género de
México, que lanzaron una campaña advirtiendo a los ciudadanos que compartir sus
aflicciones en Facebook no es una alternativa barata a una terapia psicológica
adecuada.
Sin embargo, las actualizaciones de estado y las publicaciones en
general pueden salvar la vida en caso de riesgo de suicidio.
Un estudio
reciente ha revelado qué frases y palabras pueden indicar que un usuario tiene
tendencias suicidas.
Estas señales de alarma pueden ser cruciales para que
familiares y psicólogos presten atención a la salud mental del internauta.
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